El Centro de Iniciación y Formación Ocupacional de Santurtzi ha recibido la pasada semana un premio a nivel estatal por su proyecto “Tijeras que cortan barreras”. Tras pasar por una importante criba sobre 421 proyectos presentados, el centro educativo recibió la semana pasada en la Zarzuela, de manos de la Reina de España, una mención de honor en una de las dos categorías con las que cuentan los Premios a la Acción Magistral, convocado por octavo año consecutivo por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Comisión Nacional Española de Cooperación con la UNESCO y BBVA.
Así, estos premios tienen como objetivo galardonar y dar a conocer proyectos educativos desarrollados en Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria, Bachillerato o Educación Especial que trabajen de forma específica el establecimiento de valores prosociales y que contribuyan a prevenir conductas de riesgo social como el consumo de drogas, la violencia en las aulas o el racismo.
De esta manera, en esta octava edición se han presentado un total de 421 proyectos educativos de Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y/o Educación Especial que se han desarrollado durante el pasado curso. Por Comunidades Autónomas, la Comunidad de Madrid es la que más proyectos presentó (45), seguida de Castilla y León (44), Andalucía (42), Catalunya (41), Castilla La Mancha (34), Comunidad Valenciana (32), Galicia (29), Aragón (27), Nafarroa (24), Canarias (23), Asturias (21) y Murcia (12). Extremadura y Baleares presentaron 11 proyectos, Cantabria 9, La Rioja 6, Melilla 2 y por parte del País Vasco se contabilizaron un total de 8. De este total de proyectos vascos, únicamente el presentado por el CIFO de Santurtzi ha sido reconocido con un premio.
“Es una iniciativa en la que han colaborado, y por tanto, hay que reconocerles su mérito a todos y cada uno de ellos y ellas, un total de 20 alumnos del CIFO y 52 miembros de Ranzari. Esta iniciativa trasciende de los social para llegar a lo humano”, ha destacado el alcalde de Santurtzi, Ricardo Ituarte, quien en su reconocimiento público ha añadido que “para este Ayuntamiento es una experiencia inigualable que dignifica las personas que día a día trabajan en el CIFO y en Ranzari”.
“Tijeras que cortan barreras”
En lo que concierne al proyecto ganador de esta mención especial, en éste “el aprendizaje y la emoción se dan la mano, prestando servicios semanales de peluquería y estética a 52 personas del Centro Ocupacional de Ranzari, integrado por personas con discapacidad psíquica”, tal y como ha explicado la directora del centro educativo, Begoña Conde. “Es un proyecto de aprendizaje solidario, echando una mirada amable alrededor, algo muy entrañable que nos ha dado la oportunidad de conocer un colectivo tremendamente agradecido y de hacer que nuestros alumnos y alumnas se sientan útiles”.
A través de esta iniciativa, se han trabajado competencias técnicas, personales y sociales, y se ha promocionado valores como el respeto, la solidaridad o la tolerancia, conectando los retos académicos con causas sociales. De este modo, se ha trabajado por el fortalecimiento de una cultura de servicio, “fomentando que los alumnos reflexionen y se interesen por problemas que aquejan a otros colectivos desfavorecidos, al tiempo que se hacen más conscientes de sus derechos y deberes sociales, y refuerzan su sentimiento de pertenencia a la comunidad”.
Por su parte, Natividad Fernández, profesora responsable del desarrollo de esta iniciativa por parte del centro educativo, ha destacado “la implicación y la magia que había en todas y cada una de las sesiones”, y aunque ha reconocido que comenzaron con miedo “por no saber cómo comunicarnos con ellos”, añade que “esos miedos enseguida desaparecieron y ahora este reconocimiento nos ha hecho sentir parte de la elite educativa”. Se refiere Fernández a que únicamente han sido premiados seis centros a nivel estatal (dos premios y cuatro menciones especiales).
Por último, Matxalen Uribe, pedagoga de Ranzari, ha agradecido lo que este proyecto ha supuesto para los miembros de su colectivo. En total, han tomado parte un total de 52 personas, concretamente quienes tienen un mayor grado de dependencia, y para ellos y ellas “el hecho de que les invitaran y les lleváramos al CIFO ya era todo un planazo, y al ver que los estudiantes les hablaban o les tocaban les ha hecho ser más espontáneos; eso es todo un síntoma de integración”.
A partir de este curso, esta iniciativa continuará desarrollándose en el centro educativo aunque con una perioricidad menor. “Probablemente hagamos una sesión de peluquería y estética cada quince días, pero queremos mantenerlo por todo lo que ha supuesto para los y las participantes por ambas partes”, ha concluido Begoña Conde, directora del centro.