El Ayuntamiento de Santurtzi aprobó ayer en Junta de Gobierno Local la aprobación de ejecución del proyecto para la sociabilización y puesta en valor del torreón del monte Serantes, unas obras que según ha avanzado la primera edil, Aintzane Urkijo, podrían comenzar el próximo mes y que cuentan con una partida presupuestaria de más de 310.000 euros.
El torreón es la más antigua de todas las fortificaciones actualmente conservadas en el monte Serantes, una construcción que comenzó a finales de 1879 y que fue finalizada a mediados de 1881. La construcción, de planta cuadrangular, originalmente estaba compuesta por dos plantas más la azotea, que servía de puesto de vigía.
En la actualidad, el edificio ha perdido la techumbre, y varias de las paredes han comenzado a desmoronarse, faltando además en los muros muchas piezas de sillería que han sido sustraídas. Aun así, el torreón conserva cerca del 80% de sus muros y por ello se encuentra en el momento decisivo para restituir sus partes perdidas de modo que pueda ser recuperado en su integridad.
Según ha recordado Urkijo, el torreón tiene una superficie construida de aproximadamente 70m², y una altura por encima de los 6,5 metros, y el objeto del proyecto aprobado consiste en la puesta en valor del torreón mediante la recuperación de la edificación existente y su sociabilización. De este modo, “planteamos una intervención con dos naturalezas diferenciadas: la consolidación y rehabilitación de lo existente y la construcción de una estructura nueva en su interior”, ha destacado.
“Si bien hasta el momento hemos ido haciendo mejoras con las subvenciones que nos iban concediendo, en esta ocasión hemos preferido no esperar tanto y destinar presupuesto municipal a estos fines para que no siga deteriorándose y luego no sea más complicada su recuperación”, ha añadido.
La idea arquitectónica se basa en dar acceso al torreón e intentar recuperar la volumetría original de la torre, y para ello primero es necesaria la rehabilitación de los muros existentes y, a continuación, la construcción de una estructura interior para poder acceder al torreón y alcanzar la azotea.
La estructura interior se ha planteado como un elemento independiente a los muros de la torre, de modo que su construcción no afecte a la estabilidad de los mismos.
Así, los trabajos a realizar son los siguientes:
- Desbroce y limpieza de la zona y desescombro del espacio interior del torreón.
- Demoliciones y derribos de los elementos con mayor riesgo.
- Acondicionamiento, estabilización y conservación de la estructura, realizando una limpieza superficial de los muros de mampostería y sillería. Después, se tratarán las juntas de los muros de sillería y mampostería, eliminando el mortero de cal y se realizará el relleno y reparación de las juntas de los muros, tanto de mampostería como de sillería.
- Estructura interior: Se plantea una estructura conformada por perfiles laminados de acero galvanizado con tratamiento anticorrosivo.
- Plataformas: sobre la estructura, se colocara un pavimento de tarima de madera para exteriores.
- Escaleras: se colocarán dos escaleras de un tramo cada una, para acceder del espacio exterior a pie del torreón hasta la puerta de acceso en planta primera por una parte, y para acceder a la plataforma superior desde la planta primera por otra.
- Iluminación. Se plantea un sistema de iluminación del torreón, que alumbren al propio torreón, y que hagan que el mismo se vea de noche, funcionando así como referencia y reclamo desde la distancia.
Con respecto, a este conjunto formado por el Fuerte y el Torreón del Serantes, una de las referencias más valiosas sobre arquitectura histórica militar en Bizkaia, Urkijo ha destacado que las fortificaciones del monte Serantes, Fuerte y Torreón, están inscritas en el Inventario General de Patrimonio Cultural Vasco como Bien Cultural, con la categoría de Conjunto Monumental, mediante orden del Consejero de Cultura y Política Lingüística del 26 de junio de este mismo año.
En conclusión, para la alcaldesa, “este esfuerzo por recuperar el conjunto radica en su arquitectura, su interés histórico y arqueológico, su valor paisajístico y su entidad simbólica, una suma que nos hace que sea imprescindible apostar por devolver al presente lo que fue parte tan importante de nuestro pasado”.