Durante los pasados meses, la pasarela de Ranzari ha sido objeto de una importante reforma, unos trabajos que si bien inicialmente se ceñían a mejorar la infraestructura, las diferentes aportaciones vecinales han hecho que el consistorio haya optado por incluirlas, valorando dichas aportaciones y acometiéndolas en diferentes aspectos, con el fin de dar respuesta a las diferentes demandas. Así lo ha dado a conocer esta mañana la alcaldesa de Santurtzi, Aintzane Urkijo, que ha visitado esta mañana la zona.
La pasarela se ubica sobre la carretera de entrada al municipio desde la A-8, y da servicio al tráfico peatonal, poniendo en contacto ambos márgenes de la BI-3791. La infraestructura presentaba zonas deterioradas que necesitaban una mejora para no afectar al conjunto estructural y a pesar de que el presupuesto destinado a estos trabajos fue inicialmente de 175.000 euros, las mejoras que se han incluido al proyecto inicial han elevado dicha cantidad hasta los 190.000 euros. “Hemos valorado las diferentes aportaciones que los vecinos nos han ido haciendo y añadiéndolas al proyecto inicial para dar respuesta a las demandas vecinales”, ha añadido Urkijo, quien ha señalado que estas mejoras han ido destinadas a poner un sistema de bridas en los cables para que con el viento no hagan ruido y redirigir los focos para mejorar la iluminación y molestar lo menos posible a las viviendas cercanas.
La exposición tan directa a la que está sometida esta pasarela ha hecho que la climatología la fuera deteriorando con el paso del tiempo y en una de las revisiones rutinarias a las que se somete para detectar las posibles patologías en los elementos, “vimos que requería ciertas mejoras para que los daños no fueran a más, como oxidación en parte de la estructura metálica, pérdida de tensión en algunos de los elementos de la pasarela, fisuras… por lo que se ha llevado a cabo un proyecto integral de rehabilitación estructural, que además ha incluido saneado y pintado de toda la estructura, eliminando así la oxidación y recuperando su estado inicial. Asimismo, y como ha indicado Urkijo, se han retensado los tirantes para que la pasarela esté en óptimas condiciones y se ha puesto un sistema de bridas para que no vibre con el viento, “algo que nos han pedido los vecinos de la zona y se ha acondicionado”.
Asimismo, se ha mejorado el acceso al puente, instalando barandillas en ambos lados de la entrada desde el parque Ranzari, y eliminando el escalón creado en el terreno por el asentamiento del camino de acceso, devolviendo de esta manera la accesibilidad a la pasarela. También se ha instalado el toldo que existía a la altura de la entrada por las escaleras centrales, se ha cubierto el firme con un “slurry” antideslizante para evitar caídas de personas y se han instalado rodapiés a lo largo del puente para evitar posibles caídas de objetos a la carretera.
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