T. DE LA ROSA - Lunes, 5 de Septiembre de 2011
SANTURTZI. Mamariga celebró ayer su ya tradicional Arrantzale Eguna, en el que todo el barrio santurtziarra rindió homenaje a arrantzales y sardineras para mantener vivo su pasado vinculado al mar. Esta celebración se englobó dentro de las fiestas de la localidad, que comenzaron el pasado viernes y que llenarán de jolgorio las calles del municipio hasta el domingo.
El pregón, llevado a cabo este año por la Bertso Eskola y el equipo de fútbol sala, dio inicio el viernes a una semana festiva repleta de actos para todos: funciones de teatro, txikigune, torneos de cartas, juegos infantiles, campeonatos de futbito… Pero ayer se celebró uno de los días más destacados.
Cuenta la tradición que las sardineras oteaban desde lo alto de Mamariga cómo los barcos arribaban a puerto. Si ellas observaban que los pescadores traían el redeño en alto, agarraban sus cestas y bajaban corriendo a la subasta de pescado, ya que ese símbolo significaba que traían capturas. Más tarde, con las cestas llenas y los pies descalzos caminaban, desde Santurtzi a Bilbao -de ahí la famosa cantinela-, para vender el pescado fresco.
A esas mujeres y hombres se les dedicó la jornada festiva de ayer en Mamariga, con un taller marinero donde los más pequeños aprendieron a hacer nudos, jugaron a ser pescadores y realizaron diversos puzles; una degustación de marisco, que se ha convertido en una tradición y un alarde de danzas a cargo de Bihotz Gaztea y Mamarigako Etorkizuna. El momento más emotivo de la festividad llegó de la mano de la banda de música de Santurtzi, que ofreció un concierto en homenaje a los Arrantzales y sardineras mientras se mostraban imágenes de Mamariga como telón de fondo. La fiesta concluyó con un recital marinero de Bihotz Gaztea Kantu Taldea.
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