Según Iker Martínez, promotor de esta muestra, cada autor ha plasmado en su lenguaje artístico lo que la música de Eskorbuto le ha transmitido y que se trata de dos lenguajes el musical y el plástico que se han tratado de complementar.
Es curioso que esta banda, censurada en los medios de comunicación, consiga, después de su desaparición hace más de veinticinco años, agrupar a jóvenes artistas, que no han conocido directamente a la banda, en un proyecto artístico que pretende ofrecer un reconocimiento cultural y social a la mítica banda.
Y es que Eskorbuto pasa por ser la banda más influyente del panorama punk estatal. Esta surgió en Santurtzi, en los años ochenta, con Josu como guitarra y voz, Juanma al bajo y voz y Paco como batería. Su filosofía y modo de vida era "anti todo". Ellos nunca quisieron ser santos y estaban acostumbrados al cacheo policial y a la detención preventiva. Su relación con la heroína, se saldó con las muertes prematuras de Josu y Juanma.
Su discografía, "Eskorbuto a las elecciones”, “Impuesto revolucionario”, “Los demenciales chicos acelerados”, “Impuesto revolucionario”, está plagada con "himnos", que nos muestran que nunca se "vendieron a nadie" y que no querían ser ni vascos, ni españoles, ni de derechas, ni de izquierdas, tan sólo deseaban ser ellos mismos: Eskorbuto.
Son sonados sus numeritos en directo, como lo muestra el fallido suicidio en escena o su lanzamiento de cuchillo a un cuadro de la Universidad de Deusto o la bilbainada de sacar en un año tres discos.
Toda esa trayectoria les ha hecho merecedores del respeto y la admiración de varias generaciones, que como ésta, que hoy nos muestra esta exposición, desea mantener vivos a los ESKORBUTO.
Siempre suele decirse que su "filosofía y modo de vida" eran antitodo, y no es así, pues como ellos mismos respondían, cuando se les preguntaba por enésima vez por ello, "todo el mundo es anti todo", y no hay más que leer la letra de esta canción para comprobarlo. Nada más nacer empiezan a corrompernos. Crecemos y envejecemos en absoluta sumisión. No hay amigos ni enemigos, lucha necia, todos contra todos. Los que trabajan se olvidan de los parados. Los que están libres de los encarcelados.
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