La pasarela de Ranzari está siendo objeto de una importante reforma, unos trabajos que comenzaron la semana pasada y que tendrán un plazo estimado de ejecución de 4 meses. Así lo ha dado a conocer esta mañana el concejal de Obras y Servicios, Álvaro Aresti, que ha visitado esta mañana la zona para comentar los pormenores en rueda de prensa.
Se trata de una pasarela sobre la carretera de entrada al municipio desde la A-8, que da servicio al tráfico peatonal, poniendo en contacto ambos márgenes de ala BI-3791 y que presentaba zonas deterioradas que podrían afectar al conjunto estructural. El presupuesto destinado a estos trabajos es de 175.000 euros, proveniente de las arcas municipales.
Aresti ha recordado que desde la semana pasada se han comenzado los trabajos previos de mejora de esta pasarela que “con el paso del tiempo había ido deteriorándose debido a la climatología y la exposición a la que está sometida”. En una de las revisiones rutinarias a las que se someten este tipo de estructuras, se revisó la pasarela para detectar las posibles patologías en los elementos, y “vimos que tenía fisuras, oxidación en la estructura metálica, pérdida de tensión en algunos de los elementos que la componen… y fue tras esa inspección y con el informe del estado actual cuando se ha procedido a la mejora”.
Así, en los trabajos a realizar, se va a desarrollar un proyecto integral de rehabilitación estructural, saneando y pintando de nuevo toda la estructura, eliminando así la oxidación y recuperando su estado inicial. Asimismo se retensarán los tirantes para que la pasarela cumpla con todas las condiciones óptimas para su uso.
De la misma manera se va a mejorar el acceso al puente, instalando barandillas en ambos lados de la entrada desde el parque Ranzari, y eliminando el escalón creado en el terreno por el asentamiento del camino de acceso, devolviendo de esta manera la accesibilidad a la pasarela. También se va a volver a instalar el toldo que existía a la altura de la entrada por las escaleras centrales.
Otra de las mejoras incluidas en el proyecto es el cambio del firme del puente con un “slurry” antideslizante para evitar caídas de personas, y asimismo se instalarán rodapiés a lo largo del puente para evitar posibles caídas de objetos a la carretera, una aportación recogida durante el estudio del proyecto. Otra de las aportaciones ha sido que, para evitar el ruido originado por la fricción de los cables en los días de viento, se estudie la posible solución técnica para solventarlo, “algo en lo que estamos trabajando para poder incluirlo dentro del proyecto”, ha concluido Aresti.
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