Tiendas y hosteleros quieren recuperar esa «fuente de ingresos» y critican «el despilfarro en fórmulas que no sirven»
Puede que en Getxo lamenten la escasa repercusión que los cruceros tienen en la economía local y que en Zierbena vean pasar de largo los turistas que suben al ferry, pero en Santurtzi sueñan con su regreso dos años después de que el 'Pride of Bilbao' se perdiera por la línea del horizonte. El traslado del 'Cap Finisterre' al dique vecino fue un jarro de agua fría para comerciantes y hosteleros, que preocupados por unos negocios ya de capa caída, se vieron despojados de «de manera arbitraria e inesperada» de una de sus bazas fundamentales para mantener a flote sus cajas. «En Santurtzi siempre hemos estado satisfechos y orgullosos de que los cruceros recalaran en nuestro puerto. Se ha despilfarrado dinero en infraestructuras que no han cumplido las expectativas y ahora nadie está contento. Aquí sí lo estábamos», afirma Joseba Ramos, presidente de la asociación de hosteleros Santurtzi Gastronomika.
Es la otra cara de la moneda. A diferencia de Getxo o Zierbena, donde los cruceristas, nada más desembarcar, se suben al autobús para dirigirse a otros reclamos turísticos como Bilbao o Gernika, en el municipio santurtziarra, los pasajeros no pasaban de largo y se dejaban ver por las calles. Los británicos que arribaban a puerto apenas permanecían en el municipio un par de horas, pero suponían una fuente de ingresos «muy importante» para varios sectores. «Se les veía sentados en terrazas, desayunando en las cafeterías... Se daban buenos homenajes: huevos con jamón, tortillas... ¡Vaya si dejaban dinero!», dice el hostelero.
La mayoría, además, aprovechaba para comprar tabaco y alcohol, hasta un tercio más baratos que en el Reino Unido. «Los estancos son los que más pueden haber notado su falta, pero todos hemos notado el bajón», explica David Hernández, el presidente de la asociación de comerciantes, Comercios Unidos, con un total 160 locales adheridos. De hecho, según un estudio realizado por ambas agrupaciones, contabilizando sólo los mencionados productos, cada buque que atracaba en el dique santurtziarra dejaba «como mínimo» 30.000 euros. Un buen pico. «Aquí sí hacíamos dinero. Un martes podíamos tener el restaurante a rebosar. Eso ahora ya no ocurre. No se ve ni un inglés por el pueblo», añade Ramos.
Así, ante los últimos balances sobre el «poco o nulo impacto económico» de los cruceros de lujo que atracan en Getxo, y del buque que enlaza Portsmouth con el municipio galipo, los representantes de ambos gremios se confiesan «atónitos», no entienden el traslado del 'Cap Finisterre' a otro muelle. «Tenemos unos accesos a la autopista adecuados y un puerto natural al abrigo del monte Serantes idóneo para la llegada de estas embarcaciones, donde se hicieron inversiones faraónicas. Aún no entendemos por qué nos quitaron el ferry y quién tomó esa decisión», subraya tajante el presidente de los comerciantes.
Su malestar y el de los hosteleros llegó hasta tal punto que en marzo de 2011 no dudaron en presentar una moción en el pleno municipal para solicitar la vuelta del crucero británico. La iniciativa fue respaldada por todos los grupos políticos. Sin embargo, por el momento, se ha quedado en agua de borrajas. «Todos se posicionaron a favor y el resultado se trasladó a la Autoridad Portuaria, donde han dado la callada por respuesta. No ha habido ningún tipo de preocupación. Al final, detrás de esa decisión, está el sustento diario de muchos trabajadores», apuntó el hostelero vizcaíno.
Además, ambos profesionales lamentan la pérdida del barco en un momento en el que la localidad marinera ha transformado su imagen de manera radical y se puede lucir ante los turistas extranjeros. La renovada Cofradía de Pescadores, la ampliación del Parque Central o la restauración de la Casa Torre son, sin duda, una puerta de entrada atractiva para el visitante que pone su pie en Bizkaia. «Santurtzi empieza a recobrar vida y es una pena que en vez de atraer gente, nos la hayan quitado. Antes estábamos situados en el mapa y ahora, ya no. Hay que seguir insistiendo en el regreso del ferry», zanjaron.
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