El Ayuntamiento de Santurtzi ha puesto en marcha una campaña contra la procesionaria, una plaga que afecta a pinos, abetos y cedros.
De esta manera, durante los meses previos a la actuación que hoy se ha presentado, se ha procedido a hacer un seguimiento de todo el arbolado de coníferas existente en las zonas ajardinadas del competencia municipal, que son alrededor de una veintena de árboles, identificando las zonas en las que existen nidos de estas orugas y eliminando los bolsones más accesibles, así como identificando los que físicamente no se podían retirar, haciendo así un seguimiento de los mismos.
Así lo ha explicado en rueda de prensa el concejal de Obras y Servicios, quien ha señalado que en esta siguiente fase a la actuación preventiva llevada ya a cabo, “se ha instalado una decena de trampas físicas en las bases de los árboles en los que no se ha podido actuar –en Santa Eulalia, Mirabueno y el entorno del CIFO-, evitando de esta manera que las procesionarias que nazcan puedan descender del árbol y puedan estar a la alcance de niños y perros, principales víctimas potenciales de los pelos urticantes de estas orugas”. Estos trabajos tienen un precio aproximado de 2.000 euros, si bien están contemplados dentro de los trabajos de Ranzari.
Cabe
recordar que con la llegada de la primavera, los característicos nidos
blancos situados en las puntas de los árboles -cada uno puede tener
entre 100 y 300 orugas- empiezan a eclosionar y a descender al suelo,
donde posteriormente se entierran bajo suelo para convertirse, en
verano, en mariposas nocturnas, cerrando así su ciclo biológico.
“De
cara a la actuación del próximo año, en este otoño actuaremos
igualmente haciendo un tratamiento de endoterapia, que consiste en
inyectar a los árboles un tratamiento químico que llega a través de la
savia hasta las hojas de los árboles, y al ser ingeridas por las larvas
de oruga, estas mueren al momento, sin tener que actuar nosotros de
manera posterior sobre nidos ni sobre posibles procesionarias que
alcancen el suelo”, ha concluido Aresti.
En
caso de encontrarse procesionarias, se recomienda no acercarse a las
mismas, con el fin de evitar problemas, como dermatitis, rinitis o
asfixia. No es necesario el contacto directo con ellas para tener un
incidente, ya que en cuanto se ven amenazadas pueden lanzar sus pelos al
aire, generando irritaciones y alergias.
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