El Hospital San Juan de Dios de Santurtzi ha desarrollado durante tres meses un programa de terapia asistida con animales. La iniciativa se ha realizado mediante la supervisión de un psicólogo del centro y con la colaboración con la Asociación de Intervenciones Asistidas con Animales Lauanka. Los beneficiarios de este programa han sido un total de 16 pacientes con alto nivel de dependencia que residen de manera permanente en el hospital santurzano.
Tal y como explica Iñigo Santisteban, psicólogo de San Juan de Dios, “se trata de personas de menos de 60 años que, por sus circunstancias de salud y personales, presentan un alto nivel de dependencia y viven con nosotros. Personas con enfermedades crónicas avanzadas, lesionados medulares, con daño cerebral adquirido o enfermedades neurodegenerativas”.
Las sesiones de terapia se han llevado a cabo en grupo, durante doce sesiones y el trabajo con profesionales de la terapia asistida con animales “se ha orientado a facilitar conductas de cuidado y la expresividad emocional mediante la interacción con el animal; evocar recuerdos biográficos en relación con mascotas y aumentar la comunicación entre los participantes y el terapeuta. Todo ello, ha redundado en una mayor humanización de la enfermedad”.
Los encuentros han sido dirigidos por Nagore González de Ibarra, trabajadora social y experta en intervenciones asistidas con animales de Lauanka, en coordinación tanto con el psicólogo como con la monitora de actividades ocupacionales por parte del centro. Éstos informaban previamente a la experta de aquellos acontecimientos relevantes que habían sucedido a los residentes a los largo de la semana, realizando posteriormente una revisión de la sesión transcurrida.
Un ser vivo sin prejuicios
Para Nagore González de Ibarra, terapeuta de la Asociación Lauanka, “el perro es un ser vivo sin prejuicios y este hecho facilita, con el debido entrenamiento y dirección, el mantenimiento de una comunicación emocionalmente segura por parte de los pacientes. El perro es un facilitador social y, con una adecuada guía profesional, se pueden lograr diversos beneficios terapéuticos”.
Entre otros aspectos, la terapeuta señala que en la iniciativa con los pacientes de alta dependencia de San Juan de Dios, “hemos podido apreciar cómo se reducían el estrés y la ansiedad y mejoraban su estado de ánimo, su motivación y la autoestima. Además, la interacción con el perro era algo que les estimulaba cognitiva y afectivamente”.
Los perros de Lauanka “son perros seleccionados, entrenados y educados específicamente para integrarse dentro de un proyecto terapéutico o educativo como herramienta al servicio del profesional para alcanzar los objetivos marcados de una forma más rápida”. Según ha manifestado la trabajadora social y experta en intervenciones asistidas con animales, “nuestros perros facilitan la interacción dentro del grupo, no sólo con el propio animal, sino entre los propios pacientes. Correctamente entrenado y guiado, el perro puede generar un efecto socializador, sirviendo de vehículo de comunicación y de expresión de emociones entre varias personas”.
El trabajo “con objetivos terapéuticos”, desarrollado en el Hospital San Juan de Dios, “es especialmente beneficioso para aquellos pacientes que, debido a sus circunstancias de salud y personales, tienen un menor roce social y familiar. No obstante, en general, las sesiones eran muy esperadas y muy bien acogidas por los residentes”.
Extensión del programa
Según indica Iñigo Santisteban, “los datos tras el desarrollo del programa han sido positivos y estamos valorando la viabilidad de repetir la experiencia grupal o la posibilidad de extender las intervenciones asistidas con animales a otros colectivos de pacientes del hospital”.
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