2010/05/15

Mamariga

TENGO un temor. Que el modo de transporte más querido por los vizcainos se convierta en un arma política demasiado arrojadiza. Un miedo que se confirma cada vez más con las decisiones que los responsables socialistas en el Consorcio de Transportes (CTB) y en Metro Bilbao están tomando tanto a la hora de planear como de gestionar el transporte. El caso de Mamariga es paradigmático. La intención de cobrar por el uso de la minilanzadera que conectará este barrio alto de Santurtzi con el centro de la localidad indica que lo que marca la acción gubernamental es el dinero y no el servicio a los ciudadanos. A lo largo de esta semana la polémica ha ido evolucionando con mensajes contradictorios hasta conocerse que el Gobierno vasco ofreció al alcalde Ituarte la gestión de la lanzadera para dejar en el tejado municipal la pelota de la polémica. Es una iniciativa totalmente anormal y única que sólo busca la confrontación. En la actualidad ninguna parte ni elemento del suburbano es gestionado por otra institución o entidad. Una prueba de que sólo es interés económico es que el ascensor de Basozelai en Basauri, que tendrá el mismo uso que la lanzadera de Mamariga, va a ser gratis para los que viajen en el metro y los que no. Ese no cuesta demasiado. Haría una petición a los dirigentes socialistas. Que recuerden a sus compañeros de partido, cuando eran consejeros Enrique Antolín o José Antonio Maturana, y en el CTB primaba el acuerdo aunque hubiera también diferencias. Todos pensaban en el interés de los vizcainos.

DEIA POR ALBERTO GARCÍA - Sábado, 15 de Mayo de 2010 

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