Las obras de la Casa Torre continúan al ritmo previsto y se estima que para el próximo mes de febrero se pueda abrir al público dichas instalaciones, que en palabras del alcalde del municipio, Ricardo Ituarte, “pretende convertirse en referente cultural de la comarca”, según ha señalado esta mañana en una visita de obra.
“La situación de partida ha sido un proyecto muy respetuoso y purista, recuperando la imagen original del edificio debido al importante valor de este edificio dentro del patrimonio de Santurtzi. Antes de proceder a la rehabilitación de la Casa Torre se llevó a cabo la desinsectación y consolidación de la estructura de madera del emblemático edificio, afectada por termitas y por carcoma en los elementos leñosos de revestimiento”, ha recordado Ituarte.
En total, la superficie es de 1.362 m2, que se dividen en 413 en la planta baja, 436 en la planta primera y 318 en la segunda, 174 en bajo cubierta y 21 en el mirador.
Con la rehabilitación, la planta baja del edificio se destinará a una gran sala de exposiciones. Así, se habilitará un gran espacio diáfano modulable, dedicando un espacio cinco veces mayor al que tenía la anterior sala de exposiciones, con la posibilidad de poder ofrecer diferentes exposiciones de manera simultánea. Este espacio se habilitará para que cumpla todas las condiciones necesarias de humedad relativa y temperatura, mediante ósmosis invertida, para que no sufran deterioro las obras expuestas, las cuales podrán ser tanto de artistas del municipio como de fuera de Santurtzi.
En esta planta baja se salvarán las cinco cotas diferentes que hay, haciendo que sea accesible en su totalidad para todas las personas, la misma máxima que se va a llevar a cabo en todo el edificio -para lo cual se ha instalado un ascensor- salvo en la parte más alta de la Casa Torre, el mirador.
En la primera planta, la más noble, se hará un espacio modular con tres grandes salones, siempre salvaguardando el artesonado y la estructura original de la manera más purista y respetuosa posible. Se habilitarán tabiques móviles y de esta manera se podrá adaptar la superficie a las necesidades de cada momento, pudiendo albergar diferentes actividades al mismo tiempo, como pueden ser talleres de artes escénicas, cesiones de salas a asociaciones del municipio, conferencias, recepciones...
La segunda planta albergará dependencias municipales de Cultura, tanto del propio Área de Cultura, como del Serantes Kultur Aretoa, mientras que en la bajo cubierta se hará un espacio de interpretación del desarrollo urbanístico del propio edificio de la Casa Torre.
En definitiva, el proyecto, tal y como ha señalado el primer edil “descansa en dos ideas centrales. Por un lado, tratar de recuperar en la mayor parte posible la estructura original del edificio, rehabilitándolo para que pueda ser utilizado en aquellas actividades compatibles con su conservación patrimonial. Por otro, dotarle de una utilidad múltiple, para que pueda servir como espacio para actividades culturales estables y como elemento patrimonial susceptible de enseñarse para explicar algunos rasgos de la evolución de la localidad”.
El presupuesto de ejecución de estos trabajos es de algo más de 1.150.000 euros, sufragados íntegramente por fondos municipales.
Desde el punto de vista histórico, cabe destacar que el edificio conocido como Casa Torre debe su nombre a sus primeros propietarios, quienes a finales del siglo XIX lo construyeron como residencia veraniega. Éste permanece desocupado desde 2006, cuando tuvo que ser abandonado por problemas derivados de plagas de termitas. Este palacio conserva su fachada original, resultando un edificio claramente singular.
No estaría de más que dijesen cuales van a ser la condiciones de uso del local, ya que hasta ahora y debido a la carencia de loscales (eso dicen desde el Ayto) hay Clubes deportivos que no tienen sitio para las propias competiciones oficiales.
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