2012/01/24

Santurtzi protege las construcciones militares del Monte Serantes incluyéndolas en el Plan General de Ordenación Urbana



El Plan General de Ordenación Urbana de Santurtzi establece en uno de sus títulos, concretamente en el undécimo de la normativa, el Régimen de Protección de la Edificación, donde se incorpora el Catálogo de Edificios, Conjuntos y Elementos Protegidos del municipio. Se trata de un listado de todos los edificios, elementos y conjuntos catalogados, según sus niveles de protección, al que pronto se sumarán las construcciones militares ubicadas en el Monte Serantes que se corresponden con el Torreón, el Fuerte y el Polvorín el Mazo, una vez sea aprobado en el pleno a celebrar esta semana. 

Así lo ha dado a conocer en rueda de prensa el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Jose Luis Landaburu, quien ha explicado que históricamente el carácter militar del emplazamiento responde a la situación estratégica para el control y vigilancia del Abra y acceso marítimo a la ría de Bilbao. Por ello, el propio emplazamiento tiene valores naturales y paisajísticos, “por lo que el Plan General clasifica como Sistema General de Espacios Libres el entorno de El Polvorín, situado en el Mazo, y la parte alta del monte, donde se sitúa el Fuerte y el Torreón, como Suelo No Urbanizable Forestal A Crear”, ha explicado. Por ello, el Ayuntamiento de Santurtzi pretende ahora la modificación del Catálogo, de acuerdo al conjunto de interés arquitectónico y ambiental que suponen estos elementos e incluir en dicho catálogo municipal. Estos nuevos elementos se suman al listado del Parque de Santurtzi, la iglesia de San Jorge o de Mamariga, la Cofradía de Pescadores o el propio consistorio, entre otros.

En relación al Torreón, cabe destacar que éste se encuentra situado en la cima del monte, a 452 metros de altura y se yergue este elemento defensivo construido en 1868 para evitar los asedios de los carlistas. Se trata de una atalaya edificada en sillería y que servía de puesto de vigía para proteger El Abra. Desde su cima se controlan también las dos márgenes de la ría del Nervión, los montes bocineros Oiz y Sollube, con las Peñas del Duranguesado al fondo, llegándose incluso a ver el cabo Villano en días despejados. De planta cuadrangular, estaba compuesto por dos plantas más la azotea que servía de puesto de vigía y que estaba flanqueada por garitones. En la planta inferior la torre estaba articulada en torno a una serie de cinco troneras en cada uno de los lados, más una en cada una de las cuatro esquinas. En la segunda planta se situaría el cuerpo de guardia, con aberturas más grandes para la vigilancia costera y señales de comunicación.

Por su parte, el antiguo fuerte Serantes, actualmente en plena tarea de recuperación, se encuentra en la ladera este  del monte del que toma su nombre, en un promontorio próximo a la cumbre entre los 350 y 367 metros de latitud. Las edificaciones se encuentran dentro del perímetro pentagonal que define el antiguo foso de protección del fuerte. Se trata de seis pabellones, dos longitudinales dispuestos en orientación Este-Oeste y entre éstos, cuatro transversales perpendiculares a los anteriores orientados Norte-Sur.

La superficie que encierra el foso es aproximadamente de 7.275 m2, mientras que la superficie que encierran los muros dentro de los cuales se encuentran las edificaciones de 1.520 m2. Como se halla a pocos metros de la cima, el fuerte es visible desde mucha distancia y al encontrase junto al camino de ascensión, este punto suele ser utilizado por los montañeros y turistas para descansar y gozar de las impresionantes vistas hacia el propio monte, el Golfo de Bizkaia, el Abra, la zona minera y en general el Gran Bilbao.

Por último, el mazo es un antiguo polvorín, a 245 metros de altitud, construido a finales del siglo XIX, cuando por causa del hundimiento del acorazado Maine en la bahía de La Habana, España entró en guerra con los Estados Unidos, comenzando así la llamada Guerra de Cuba. En esa época, se construyeron fortificaciones a lo largo de toda la costa del Cantábrico. En Santurtzi se aprovecharon las baterías antiguas y se crearon nuevas, para defender la costa de Bilbao y su ría. El polvorín estuvo ocupado regularmente por tropas hasta el año 1932.

“No hay duda del valor de estos elementos arquitectónicos, por lo que debemos hacer todo lo posible por protegerlos y mantenerlos en el mejor estado que podamos, ya que este conjunto de elementos arquitectónicos se encuentra sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteraciones esenciales de sus valores”, ha añadido Landaburu. Por ello, “impulsaremos el Serantes y todos los aspectos de su entorno para darle un carácter más turístico, lúdico y medioambiental, y seguiremos recuperándolo en la medida en que podamos”, ha concluido Landaburu.

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