EL tintineo de los bolillos al pasar el hilo solo se camufla por el sonido de sus conversaciones. Así pasan las tardes, dos a la semana, el grupo de 12 mujeres santurtziarras que forman los talleres de manualidades de la asociación Mirabueno, donde una de sus especialidades son los bolillos. Pero estas mujeres, todas jubiladas, aunque ejerciendo en el mercado "como abuelas", no le tienen miedo a ninguna disciplina artística y lo mismo tejen un pañuelo para transportar las arras de una futura boda, que bucean en internet para captar las últimas tendencias en el reciclaje de objetos para transformarlos en collares. "Antes no teníamos tiempo para hacer nada y no lo hacíamos. Pero ahora no paramos", explican divertidas.
Sus casas son sus talleres, y sus maridos los mejores transportistas porque "nos ayudan siempre a llevar una cosa de un lugar a otro". Pero la mano de obra la ponen ellas, solo ellas. Cuadros, tapices, jerseys de ganchillo, canastillos para los bebés, pulseras, anillos... Paki Pérez, Encarni Cuena, María del Pilar Solla, Delfina de Diego y Paz Moreno se reunieron ayer para dar cuenta de su arte. Las cinco son solo una pequeña representación del grupo que conforman desde hace 12 años, y la próxima semana estarán presentes en la Casa Torre de la localidad marinera con una exposición en la que mostrarán algunos de los trabajos que han realizado en los últimos siete años. "Son auténticas obras de arte que no se pueden dejar de ver", resaltaba Idoia Vizcaino, concejal de Turismo y Comercio de Santurtzi, mientras observaba la destreza de las mujeres en la tarea de los bolillos.
Son muy versátiles y todas se dejan enseñar con las demostraciones de nuevas tendencias. Y es que no solo mueven los bolillos -algunos de ellos fabricados también por sus esposos- sino que indagan sobre las nuevas técnicas de algo que ahora está muy de moda, el hand made, hacerlo uno mismo. "Nos movemos mucho, vemos cosas nuevas y, sobre todo, pensamos mucho a la hora de crear cosas diferentes", explican.
Una de sus mayores fuentes de inspiración es internet. "Es impresionante todo lo que se puede hacer ahora", dicen señalando varios collares. "Yo me meto en Youtube y veo cómo lo hacen, aprendo y después les enseño a mis compañeras", cuenta una de ellas, que enfoca más su trabajo hacia la bisutería y los abalorios.
Punto de cruz, el Guernica en 3D e incluso ropa elaborada a ganchillo por amama, una mujer de más de 85 años que acude a todos los viajes con la asociación, formarán parte de la muestra la próxima semana.
Reciclaje En sus casas, aseguran, ya no entran más obras de arte con firma femenina así que cada vez que se acerca la fecha de un cumpleaños tiran de su stock. "Muchas cosas regalamos, yo les he hecho a mis nietas pañuelos para sus bodas y tienen solo 16 años", apunta otra de ellas con el pañuelo morado al cuello. "Aunque también hay alguna vez que vendemos cosas, pero muy pocas".
Lo que sí les gusta hacer a las encajeras de Mirabueno es reciclar. Y para ello utilizan todo tipo de productos usados en sus creaciones. Lo más destacado, los cedés que se convierten en elegantes, prácticos y originales posavasos o las ya conocidas pulseras elaboradas con las chapas de las latas.
Una comida reunirá a las 12 manitas para celebrar el día de la mujer trabajadora. "Nos gusta celebrarlo todas juntas", indican. Después, los bolillos continuarán tintineando mientras ellas manejan los hilos.
DEIA
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