2011/01/18

Adiós escaleras, adiós



El Ayuntamiento de Santurtzi concedió el pasado año alrededor de 113.000 euros en concepto de subvenciones para la instalación de ascensores y rampas

Los vecinos de la calle Antonio Alzaga de Santurtzi están de enhorabuena con la próxima puesta en marcha del ascensor urbano que salvará el importante desnivel, cerca de un 30%, existente ente sus casas y la calle Santa Eulalia. Una alegría que en el caso del número 30 de la popular calle limítrofe con la villa de Portugalete se verá incrementada con el inicio, a primeros de marzo, de las obras de instalación de un ascensor que mejorará la movilidad de sus cerca de 40 residentes, y que contará con una subvención municipal de 6.000 euros.
"Cuando uno es joven no le preocupa tener que subir tres, cuatro o cinco pisos pero los años pasan, las dificultades físicas aumentan y se agradece el ascensor", asegura Jesús Maté, uno de los inquilinos que estrenó el edifico hace 47 años y que no duda de que el ascensor mejorará su calidad de vida.

"Ahora no, pero aquí ha habido gente con sillas de ruedas que con estos escalones no podía salir de casa e incluso un vecino se llevó a su madre mayor a vivir a otro sitio con ascensor. Hoy día reside en el bloque una mujer con dificultades a la que el ascensor le mejorará la vida, ya que no puede subir y bajar escalones", comenta Jesús.

Igual concepto maneja Jose Manuel Enríquez, el presidente de esta comunidad de vecinos compuesta de 15 viviendas, dos lonjas comerciales y varios garajes que dan al grupo Larrea. "No cabe duda de que poner de acuerdo a tantos propietarios no es tarea fácil, pero al final yo pienso que se impone el sentido común ante una oportunidad de mejorar la calidad de vida de los vecinos, tanto los del primero como los del último. Nadie está libre de sufrir un contratiempo que merme su movilidad", asegura este vecino que ha logrado la aprobación del proyecto que se culminará a finales de año.

Un proceso largo y tedioso que en el caso de Santurtzi cuenta con el apoyo municipal desde que en julio de 2009 aprobara una ordenanza municipal con la que se pretendía, en palabras de su alcalde, Ricardo Ituarte, "ratificar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad y reconocer la necesidad de medidas de acción positiva destinadas a prevenir y compensar sus desventajas y dificultades". Por ello, con esta ordenanza se garantiza el acceso a las viviendas, edificaciones residenciales y locales comerciales mediante la ejecución de las obras y actuaciones, incluida la instalación de ascensores y rampas.

En el caso de Antonio Alzaga, la negociación ha sido ardua, ya que deberán retocar la altura en una zona del garaje y ocupar un cuarto que fue cedido en su día a un local de hostelería. "La inversión, entre la obra y la indemnizaciones rondará los 130.000 euros", reconoce Jose Manuel, quien se felicita de que al menos el Ayuntamiento les haya concedido una ayuda. No son los únicos. En 2010 se otorgaron 113.000 euros para ascensores y rampas.

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