2011/02/14

Asilvestrando el Serantes

Cerca de 40 voluntarios colaboran en la labor de crear corredores ecológicos en favor de la biodiversidad

Atalaya excepcional sobre el Abra vizcaino el picudo monte Serantes ha sido desde siempre, con sus apenas 450 metros de altitud, un fiel aliado de los hombres que se asentaron al abrigo de sus faldas fronterizas con el Cantábrico y la tierra minera.

Farallón marinero, acuartelamiento militar, base de telecomunicaciones, senda para torres eléctricas, cantera, suelo agrícola y ganadero, pero también de ocio y hasta de celebración, este monte ha sufrido como pocos una humanización tan importante que ha provocado la desaparición directa de gran parte de su biodiversidad mediante el moldeado artificial que actualmente conocemos.


Una situación que, sin embargo, se pretende revertir gracias a la conjunción de varios factores entre los que destaca la laudable conciencia medioambiental, que desde hace varias décadas va calando especialmente en la ciudadanía de Ezkerraldea, sufridora directa de las grandes agresiones ambientales del desarrollo industrial.
Una actitud que ha tenido su reflejo en las actuaciones llevadas a cabo por instituciones como la Diputación foral, con la plantación masiva de arbolado que permitiera asentar el terreno, o más recientemente por la apuesta de dos jóvenes naturalistas, Manu Océn e Iñigo Urrutia, que con su entusiasmo han implicado al Ayuntamiento de Santurtzi y a la sociedad de Ciencias Aranzadi en el liderazgo del proyecto de Acondicionamiento de Hábitats y Educación Ambiental en el Entorno del Monte Serantes.

"El proyecto está fundamentalmente orientado a la restauración ecológica del monte Serantes, aplicando una serie de medidas agroambientales que pretenden compatibilizar tanto las actividades ganaderas como las de ocio, desarrolladas en este entorno tan humanizado potenciando el aspecto ecológico con un marcado carácter educativo y social", resume Manu Océn, quien creció profesionalmente vinculado a asociaciones como Petralanda, Natur o la Sociedad Ornitológica Lanius.
corredores ecológicos

Para los animales el monte es ahora como un Sahara
"El que un terreno se vea muy verde no quiere decir que esté en buen estado para la biodiversidad. Si es un verde homogéneo como estas campas, será bonito, pero son un auténtico desierto para muchos animales. Es como para nosotros un Sahara donde no tienen comida ni cobijo", explicaba Iñigo Urrutia al grupo de voluntarios que desde primeros de mes está colaborando en la creación de un corredor ecológico que "beneficiará mucho a las aves, a las que proveerá de alimento y de refugio, así como a otros animales como pequeños mamíferos, reptiles, anfibios y mariposas", añade Manu Océn.

Se trata de 30 jóvenes entre los que se encuentran estudiantes de la escuela agraria Mendikoi de Derio, donde cursan un módulo superior de Gestión y Organización de Recursos Forestales y Paisajísticos, y miembros de la asociación de apoyo al inmigrante, ACCEM.

Junto a ellos, otro grupo de jóvenes se emplea a fondo en la plantación de los casi 3.000 árboles, como avellanos o madroños, y arbustos espinosos, como el albar, donados por la empresa Naturgas. Son vecinos de Santurtzi que están participando en el taller escuela Serantes Natura, creada por Aranzadi y que llevará a cabo la recuperación del antiguo fuerte militar para destinarlo al futuro Centro de interpretación ambiental del Serantes.


"Estos corredores de unos 10 metros de ancho van a permitir frenar de alguna manera la humanización del monte, que está contribuyendo a que las especies cuyos hábitats han retrocedido se enfrenten a una creciente atomización de sus poblaciones, lo cual trae crecientes problemas de viabilidad, tanto demográfica como genética, o incluso la extinción local de una especie", aseguran los naturalistas, cuyo proyecto de asilvestramiento se extenderá, en una primera fase hasta 2012 con un inversión de 60.000 euros.

Estos corredores ecológicos, cuya plantación continuará el próximo día 22, tendrán inicialmente una longitud de unos 350 metros lineales y estarán separados del ganado por vallas de madera, "lo que permitirá la creación de un prado con flora del entorno, flora autóctona para que lo regenere naturalmente", apunta Océn.
reducir el estrés del viento

Los setos mejoran la calidad de la leche de las vacas 

"Luego, según vayamos viendo como se va regenerando el seto y el prado entraremos ya a gestionarlo de una manera orientada siempre a la protección de la fauna", indica Océn quien además apunta que estos corredores son beneficiosos para la agricultura y la ganadería. "Hay estudios en Inglaterra que demuestran que las vacas que pastan en zonas protegidas del viento por setos dan mejor calidad de leche de las que están en zonas más expuestas al viento", reseña.

Urrutia, por su parte, incide en el beneficio que los setos silvestres tienen en la agricultura ya que "defienden una extensión de terreno cerca de 10 veces la altura del porte que tengan. Un seto de 3 metros por ejemplo protege una zona de más de 30 metros de la acción del viento, reteniendo mejor el agua, por ejemplo". "Un detalle interesante que se añade al hecho de que los setos atraen a muchos insectos que sirven de alimento a los pájaros y reducen las plagas "y el uso de pesticidas", recuerdan.
Deia. Emilio Zunzunegi
http://www.deia.com/2011/02/14/bizkaia/margen-izquierda-encartaciones/asilvestrando-el-serantes

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